Como cada noche voy a por mi perra que es una diosa del vivir bien. La saco una hora hasta que llega mi churri en autobus. La perra se alegra de ver a mi churri bajar las escaleras del gusano verde, yo me alegro de ver a mi churri que solo tiene ojos para mi perra (porque es mía). Cenamos, vemos la tele y somos felices...
Amen.
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